Historia Años Viejos
La naturaleza resucitaba del letargo y muerte invernal y fueron frecuentes los ritos que incluyeron la quema de muñecos y peleles, simbolizando el mal y la muerte que desaparecían con el fuego purificador, para renacer a una nueva vida primaveral.
En el Concilio de Nicea, año 325, recordando el calendario lunar, la iglesia decidió celebrar la Pascua de Resurrección el domingo siguiente al primer plenilunio después del equinoccio de primavera.
Pronto recogió y bautizó, dando un significado cristiano, muchos de los ritos y tradiciones que en la antigüedad pagana había creado en la celebración del año lunar. Este fue probablemente el origen de la fiesta del Judas, discípulo traidor y símbolo del mal para los cristianos y personificación de todos los males cometidos por el pueblo durante el año.
Con la quema de Judas desaparecían las rencillas, estafas, robos, envidias... Y se resucitaba a una nueva vida. Servía la fiesta par presentar y vivir de una forma sencilla el significado litúrgico de la Pascua: paso del pecado y la muerte a la gracia y a la vida.
La fiesta arraigó en los Españoles hasta principios de siglo se celebraba en la mayor parte de los pueblos y en muchas ciudades. En todos aparece la figura central del Judas, un pelele que ante el regocijo general acababa en la hoguera.
En muchos precedía a este acto un juicio grotesco en el que se recordaba la vida de Judas, según la leyenda que nos trasmitió en el siglo XII Jacobo de la Vorágine, todos los males por él cometidos y los que en el pueblo seguían perpetrándose.
De forma mucho más espectacular se representaba el Judas en Burgos, Lerma, Villadiego, Castrillo del Val y Belorado. En estas localidades duraba varios días de desfiles, batallas, mucha pólvora y alboroto, hasta que se lograba apresar al Judas. Desfilaban, luciendo sus uniformes, la infantería, formada por Dragones y Granaderos, la artillería y caballería de los Turcos. La banda municipal marcaba con sus himnos el ritmo del desfile, mientras Los Cadenas ocultaban al Judas con la ayuda de Los Miñones.
Era duro el enfrentamiento entre los defensores del Judas y los ejércitos reales, quienes después de diversas alternativas lograban imponerse y apresar al discípulo traidor. Entre el alborozo del pueblo se le llevaba a la Plaza Mayor para ser públicamente juzgado y condenado. El mal quedaba reducido a cenizas y el pueblo, purificado, celebraba la reconciliación. Todo acababa en fiesta, una fiesta que nunca debió perderse y que queremos recuperar para que en años sucesivos vaya recobrando el esplendor que la hizo famosa fuera de nuestras fronteras.
Tiene lugar cada domingo de Resurrección, justo después de la Santa Misa y de la procesión del Resucitado, donde se produce el encuentro de Jesús y la Virgen (normalmente tapada con un velo negro hasta ese momento). En su origen debía quemarse un sólo Judas, pero en los últimos años suelen ser 3 o 4 muñecos, que se preparan con días de antelación por las distintas peñas y grupos de amigos del pueblo. El sábado Santo suelen sacarles, o trasladarles de un lugar a otro y el domingo de Resurrección, tras la salida de la misa tenía lugar su quema en la plazuela del Palacio.
Desde hace años el lugar de la quema se ha desplazado a un solar de la carretera, cedido por Julian Agudo, antiguo alcalde del pueblo, que no quiere que se pierda esta bonita tradición. El muñeco, o mejor dicho los muñecos están compuestos de paja, cohetes y explosivos varios, para que al incendiar a los "traidores" explosionen y asusten un poco, con gran alborozo del público.
Algunos Judas representan o intentaban representar a algunos personajes en cierto modo considerados"malignos" durante el año o los últimos años para el pueblo, como podrían ser políticos, empresarios, constructores... O eso es lo que creen algunos de los espectadores, que siempre encuentran indicios de este o aquel personaje, por una bandera pirata o cualquier alusión indumentaria o en el atrezo de los "quemados". Los niños alucinan con los Judas, a los más pequeños les da bastante miedo y los más mayores lo disfrutan muchísimo y se despiertan encantados para asistir a la procesión, la misa y la quema de "Judas". Muchos grupos deciden pasar un día de fiesta campera, si el tiempo lo permite, en las proximidades del río Guadarrama, con tortilla de patata, jamón, queso y buen vino del pueblo.
El Judas de Talayuelas.
En Talayuelas (Cuenca-España), también se quema al Judas. Los quintos y quintas del Judas queman un monigote relleno de paja el Domingo de Resurrección a la madrugada. Normalmente, como es habitual en todas estas celebraciones, el Judas es un personaje polémico (normalmente por haber realizado malas acciones). Además, los quintos y quintas del Judas redactan una serie de criticas contra este personaje y se lanzan cohetes "rateros" durante toda la Semana Santa.
El Judas de Samaniego.
En Samaniego (Alava-España), previamente se hace un concurso de Judas (un muñeco, también hecho de paja, que representa a Judas Iscariote).
El ganador es colgado en un palo de chopo de unos 15 metros de altura y se celebra un juicio, culpándole de todos los males ocurridos en el año en el pueblo. Al final es condenado culpable y quemado en la puerta de la iglesia.
Fiesta del Judas en Cabezuela del Valle
En Cabezuela del Valle (Cacbezuela Valle (Caceres-España), en la denominada Fiesta del Judas, se quema un monigote que, previamente, se pasea por todo el pueblo a lomos de un burro, Francisco Vicente CALLE CALLE, Judas Iscariote: Vida, leyendas, iconografía, "La Quema" en las comarcas carcereñas del Jerte y de La Vera, www.bubok.com, 2009.
La Paca y el Judas de Bocígano.
En Bocìgano (Provincia de Guadalajara), en Semana Santa se preparan dos muñecos de paja, que son quemados en la plaza; luego los mozos cogen ramas ardiendo y persiguen a los vecinos.
El Judas en Uruguay
La ceremonia se extiende desde mediados de Noviembre hasta la Noche Buena. Es conveniente remarcar que la misma ha perdido todo carácter religioso, y la totalidad de los niños que participan desconocen el origen del nombre y pocos lo asocian con Judas Iscariote. A mediados del mes de noviembre, con un mes al menos de antelación a la Noche Buena, los niños se organizan naturalmente en grupos, y con ayuda de mayores confeccionan con prendas viejas que cada uno dona, un muñeco relleno de papel de diario. La cabeza algunas veces es confeccionada con una cabeza de otro muñeco, una media con los ojos dibujados o lo que cada grupo crea mejor.
Durante todo ese mes, los niños de casi todas las clases sociales, acomodan al muñeco en la calle de su barrio, y solicitan a todo transeúnte "una monedita p´al Juda", tal vez reminiscencia inconsciente de los 30 denarios por los que Judas entrego a Cristo.
El día 24 de diciembre, lo juntado se divide entre todos los que participaron en la "recolección" o en un fondo común se compran fuegos pirotécnicos, para la celebración que tendrá lugar a la media noche. Llegada la hora 00.00 del día 25, se hace la quema del Juda, con fuegos artificiales que junto con el papel de su relleno sirve para la combustión del mismo. Tal vez como venganza, también inconsciente, al personaje bíblico.
Manteamientos
El Manteo de Judas es una variación de la Fiesta del Judas propia de algunas localidades de Castilla-La Mancha- España y de otros municipios de España (como en Moreda de Àlava).
La tradición, que se realiza usualmente en Semana Santa (en algún caso en Carnaval), consiste en elaborar un muñeco de paja, el cual representa a Judas Iscariote. El muñeco se pasea manteándolo por el pueblo, para acabar quemándolo (también puede haber apedreo previo).
Aunque durante muchos años se vinculó con los quintos (En España, se llamaba quintos a los jóvenes que al cumplir la mayoria de edad se iban a hacer el servicio militar. Aunque el servicio militar ha desaparecido en España, en muchos lugares los quintos se han convertido en una tradición festiva, por la que los jóvenes, al cumplir la mayoría de edad, hacen una especie de fiesta para recordar a los “antiguos” quintos.
Se puede considerar también como un “Rito de paso” que abunda en las culturas indigenas al cumplir la mayoria de edad., más tarde ha pasado a ser una tradición mantenida por peñas de jóvenes.
El manteo se acompaña de cánticos y mofas. En Buenache de Alarcòn y Santa Cruz de la Zarza, por ejemplo, podemos oír la letrilla:
- Arriba pelele,
- arriba con él.
- Su padre le quiere,
- su madre también.
- Todos le queremos:
- ¡Arriba con él!,
- ¡arriba con él!
-
El Volantín de Tudela.
En Tudela (Navarra), el Sábado Santo, a las 10 de la mañana, un muñeco o pelele de madera, con sus miembros articulados, vestido ridículamente y con un puro-petardo en la boca, recibe asustado al encargado que pone fuego al dicho petardo. El torno al que está sujeto el muñeco comienza a moverse de izquierda a derecha y viceversa, dando lugar a que el Volantín o Judas a quien representa, vaya dando vueltas y más vueltas cayendo al suelo pedazos de traje.
Fiesta de los Judas de Yecla.
Esta fiesta se celebra en Yecla a primeros de mayo y tiene su origen en los sucesos que se produjeron con motivo de la invasión de las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia Española, a principios del siglo XIX. En ella se cuelgan en medio de las calles los típicos Judas (muñecos de trapo de elaboración propia, con carteles satíricos que hacen referencia a la situación política y social); se acompañan con bailes, degustación de platos típicos yeclanos, guiñoles, exposiciones, charlas y pasacalles.